’Timing’ y emprendimiento. Cómo saber cuándo lanzar tu startup al mercado
Llegar al mercado en el momento oportuno puede hacer que una idea mediocre triunfe por encima de otras mejores pero que no acertaron con el calendario
En su icónico tema Turn, Turn, Turn, la banda de folk rock norteamericana The Byrds recuerda que “hay un tiempo para cada propósito bajo el cielo”. “Un tiempo para nacer, un tiempo para morir, un tiempo para plantar, un tiempo para cosechar, un tiempo para reír, un tiempo para llorar…” Si en lugar de en los años 60 del siglo pasado los californianos hubieran llegado a la escena musical en la época de la eclosión del fenómeno startup de Silicon Valley, posiblemente habrían añadido a su canción una estrofa que rezara: “y un tiempo para emprender”. Porque, aunque pocas veces se hace referencia a él como factor diferencial, el ‘timing’ es una variable tan determinante o más que la idea, la calidad del producto o los recursos financieros para el éxito o el fracaso de un proyecto de emprendimiento.
El último informe GEM España 2022-2023 sobre el emprendimiento innovador asegura que un 9,4 % de la población adulta española tiene la intención de emprender un negocio en los próximos tres años. Según otro estudio, el Spain Ecosystem Report 2023 de Dealroom, el 25% de esas nuevas empresas fracasará durante su primer año de vida, y seis de cada diez no lograrán superar el quinto. El momento elegido para salir al mercado será uno de los motivos que provocarán su cierre.
El ‘timing’ es una variable tan determinante o más que la idea, la calidad del producto o los recursos financieros para el éxito o el fracaso de un proyecto de emprendimiento
“En el mundo empresarial, lanzar un producto o servicio en el momento adecuado puede determinar si se convierte en un fenómeno de mercado o en un fracaso rotundo. De la misma forma, si un emprendedor lanza su producto antes de que el mercado esté listo para recibirlo o, por el contrario, se retrasa cuando la demanda ya ha alcanzado su pico, puede perder oportunidades valiosas”, advierte José Luis Casal, experto en nuevos modelos de negocio, estrategia, innovación y tecnología.
Estudiar el mercado
Pero, ¿qué significa exactamente “llegar en el momento adecuado”? Casal cree que calibrar los tiempos de un proyecto de emprendimiento implica adoptar un enfoque estratégico que combine la planificación cuidadosa con la observación constante del entorno. “Hay que estudiar las tendencias actuales, las necesidades de los consumidores y el comportamiento de la competencia”. Herramientas como estudios de mercado o encuestas pueden proporcionar información valiosa sobre cuándo un producto o servicio podría ser bien recibido. Pero también “estar atentos a fenómenos sociales, coyunturas y oportunidades que pueden surgir en momentos específicos”, apunta. La flexibilidad es otra clave. Porque, añade este experto, “un emprendedor debe estar siempre dispuesto a ajustar sus planes en función de la retroalimentación del mercado”.
Calibrar los tiempos de un proyecto de emprendimiento implica adoptar un enfoque estratégico que combine la planificación cuidadosa con la observación constante del entorno
Ni muy pronto…
Cuando se trata de manejar tiempos, tan malo puede ser llegar demasiado tarde como demasiado pronto. Y si no, que se lo pregunten a la empresa norteamericana Webvan, pionera de la venta de productos de alimentación por Internet. Nacido en 1996, este supermercado online fue en su día calificado como una de las compañías más prometedoras de la nueva economía. Pero después de invertir 850 millones de dólares en publicidad, se vio obligada despedir a sus 2.000 empleados y echar el cierre apenas cuatro años después. ¿La razón? Simplemente, el mercado no estaba preparado para hacer la compra por Internet. Como dijo uno de sus representantes, Bud Grebey, al anunciar el final de la empresa, “Webvam fue una empresa que se adelantó demasiado a su tiempo”.
Y es que, explica Fernando Botella, CEO de Think&Action, “una innovación que va 10 años por delante de sus clientes potenciales no es una verdadera innovación porque no se entiende”. En ese sentido, recientemente, un emprendedor de la economía circular del ámbito de la gestión de residuos se quejaba de la dificultad que supone tratar de acceder al mercado con planteamientos circulares cuando toda su cadena de valor, desde los proveedores, hasta los bancos que le proveen de financiación o los propios clientes, siguen pensando en modo lineal.
Un mercado que aún no esté maduro para comprender y abrazar una nueva propuesta no es la única razón por la cual puede ser aconsejable bajar una marcha en los planes de lanzamiento de un nuevo proyecto. Puede que quien no esté preparado todavía sea el propio emprendedor. “Tener un producto listo para salir al mercado no es suficiente si la empresa no cuenta con los recursos humanos y tecnológicos necesarios para respaldarlo. El timing también involucra la preparación interna del equipo y la infraestructura necesaria para soportar un lanzamiento exitoso”, subraya José Luis Casal.
…ni muy tarde
Antes de poner en marcha su negocio, muchos emprendedores se enfrentan a ese dilema casi irresoluble: ¿Esperar a que el mercado esté maduro y todos los elementos encajen en la ecuación o salir ya con lo que tengamos, aunque todavía falten cosas por solventar, y evitar así que un competidor más avispado y más valiente les tome la delantera?
Fernando Botella recuerda que el exceso de prudencia puede desembocar en “parálisis por análisis” y tener fatales consecuencias. “En algunos casos, si has tenido una buena idea, es mejor no hacer demasiado caso al timing. Porque como empieces a analizar y esperes mucho, corres el riesgo de llegar demasiado tarde”, avisa.
Muchos emprendedores se enfrentan al dilema de si deben esperar a que el mercado esté maduro o, por el contrario, salir ‘como sea’ para evitar que les tomen la delantera
Porque, ya se sabe: quien golpea primero, golpea dos veces. “Apple con el iPhone, Uber, Netflix o Airbnb son ejemplos de compañías que llegaron justo en el momento perfecto, hasta el punto de que se podría decir que el mercado estaba esperando las soluciones que traían bajo el brazo. Después salieron muchísimas otras empresas con productos similares o incluso superiores, ya era muy difícil desplazar a las que habían llegado primero”, comenta Botella.
¿Qué hacer? Quienes decidan que no quieren o no pueden esperar eternamente a que los astros de alineen, siempre tienen otra alternativa: educar ellos mismos al mercado para acortar esos tiempos. “Una estrategia que puede ayudar es no jugarte el todo por el todo desde el arranque, sino empezar de una forma más conservadora. Uber no salió directamente con la megaplataforma, sino que puso unos pocos coches en la carretera y fue pivotando sobre ese producto hasta que terminó de perfilar la idea”, destaca el CEO de Think&Action.
En un pasaje de El Señor de los Anillos, Gandalf afirma que un mago nunca llega tarde, sino que llega exactamente cuándo se lo propone. Otros magos, en este caso del emprendimiento, como la colombiana Rappi, han demostrado que aparecer cuando el mercado tiene la madurez necesaria para aceptar su propuesta puede ser clave para un crecimiento exponencial. Según José Luis Casal, esto confirma “la importancia de no solo estar listo desde el punto de vista operativo, sino también de tener una comprensión clara de las condiciones del mercado”.